Endea, a través de sus redes de distribución electrónica, ha detectado más de 1.600 fraudes eléctricos en los primeros seis meses del año, lo que equivale a un promedio de más de nueve casos diarios, con un consumo de electricidad fraudulenta de más de 17 millones de kilovatios.

La manipulación de las instalaciones eléctricas para cometer fraude es un problema creciente que afecta a todos los consumidores y genera riesgos para la seguridad de los ciudadanos, según lo indicado por la Comisión del Mercado Nacional y la Competencia. Este tipo de fraude conlleva un riesgo evidente de electrocución y fuego, poniendo en peligro no solo a quienes manipulan las instalaciones, sino también a quienes los rodean. En los últimos años, se han registrado eventos graves que han causado lesiones e incluso muertes debido a la modificación de las instalaciones eléctricas para robar electricidad.

Además del impacto en la seguridad, el fraude eléctrico tiene implicaciones económicas para los demás consumidores a través de la factura y afecta negativamente la calidad del suministro de electricidad. Las plantaciones ilegales de marihuana en interiores son una de las principales causas de este problema, utilizando instalaciones eléctricas con alto consumo que funcionan de forma ilegal las 24 horas del día, generando un caos en el sistema.

Según el Informe Europeo de Drogas 2025, España concentra el 73% de las incautaciones de plantas de marihuana en la UE, muchas de las cuales se cultivan en estas plantaciones interiores. Cada invernadero de este tipo requiere una potencia equivalente al consumo de aproximadamente 80 casas de 100 metros cuadrados. En Málaga, se desmantelaron 51 de estas plantaciones en los primeros seis meses del año, con un volumen de energía recuperado de 5,8 millones de kilovatios por hora, lo que representa el 33% del fraude eléctrico en la región.

La colaboración de Endea con las fuerzas de seguridad es fundamental en la lucha contra el fraude, como se desprende del acuerdo recientemente firmado con la Policía Nacional para la prevención e investigación de delitos que afectan los servicios esenciales de producción, distribución y suministro de electricidad.

En cuanto a la tecnología utilizada, la inteligencia artificial (IA) se ha convertido en un aliado contra el fraude, empleando modelos de aprendizaje automático y profundo para detectar de manera más efectiva el robo de energía. Estos modelos se basan en historiales de inspecciones, datos de consumo, información meteorológica y de equipos de medición para identificar con precisión la probabilidad de fraude. La combinación de IA con innovaciones como el equipo de vigilancia avanzado instalado en la red de distribución ayuda a limitar el origen del fraude y facilita su detección en el campo.

Es importante destacar que en España, a diferencia de otros países europeos como Francia, Portugal, Italia y Alemania, el delito de fraude eléctrico no conlleva una pena de prisión. Sin embargo, este delito tiene consecuencias graves, ya sea utilizado para alimentar plantaciones de cannabis a gran escala o como causa de incendios con impactos severos.

En resumen, el fraude eléctrico representa un problema significativo que afecta tanto a los consumidores como a la seguridad pública, siendo crucial la colaboración entre empresas como Endea y las autoridades para combatirlo eficazmente. La tecnología, en particular la inteligencia artificial, juega un papel clave en la detección y prevención de este tipo de delitos, contribuyendo a garantizar un suministro eléctrico seguro y confiable para todos.

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Por Redaccion

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